Ballobar es una localidad del Bajo Cinca en cuyo término municipal se unen tres ríos: Valsalada, Alcanadre y Cinca, los dos primeros afluentes del tercero. La población de Ballobar, aunque en la ribera, se encuentra resguardada por la depresión de los Monegros, al pie de los escarpados roquedales cortados a talud que reciben el nombre de Las Ripas.
MONUMENTOS. Del castillo solo se conserva la base de lo que debió ser una gran torre rectangular de unos 12 por 4 m., formada por sólidas piedras, pudiendo fecharse en los siglos XII o XIII. El castillo fue entregado al conde de Urgel, perdurando su dominio hasta la extinción de su dinastía en 1228 y pasando por diversas manos a lo largo de su historia. El puente sobre el Alcanadre es una de las obras más llamativas de Ballobar. Posiblemente en sus orígenes romano, pero lo que se conserva en la actualidad pertenece a una remodelación del siglo XIV. En cuanto a la arquitectura religiosa la iglesia parroquial dedicada a la Asunción de María es un templo que conserva su cabecera del románico tardío (S.XIII) con ábside semicircular, mientras que la nave pertenece al estilo gótico con sus arcos apuntados. Ermita de San Juan bautista, Ermita de Nuestra Señora de Loreto. Ermita de San Roque.
COSTUMBRES. Danzantes y Diversiones: Un grupo de chicos formaban el coro de danzantes, de antigua tradición. Solían tocar con guitarras. La Siega y Veladas: Se madrugaba mucho, y la campaneta de San Juan dirigía la vida local; esta volteaba al despuntar el alba. Vestidos Típicos: Los hombres llevaban calzón negro y faja morada o roja, según el día, chaleco y camisa blanca. Bodas, Bautizos y Entierros: Si algún mozo se enamoraba de alguna moza, le colocaba ramos de flores en el balcón.
FLORA Y FAUNA. Sus habitantes se dedican exclusivamente a la agricultura y han sabido aprovechar todos aquellos productos que les daba la tierra, tanto los silvestres de las zonas de secano como los cultivados en las vegas del río. En la mayor parte de su término abunda una planta de crecimiento espontáneo, la alcaparra, que tradicionamente se recolecta para encurtir.
GASTRONOMÍA. El Bajo Cinca es un territorio especialmente adecuado para el cultivo de las árboles frutales y Ballobar disfruta de una rica vega de merecida fama por sus productos. Hoy todavía quedan familias que continúan con al tradición de deshidratar estos productos abundantes en el verano con el fin de conserrvarlos para paliar la escasez de producción durante los meses invernales. Éste es el caso de los melocotones y los tomates. El poncho, vino azucarado y en muchos lugares hervido, que tiene como condimento los orejones o melocotones deshidratados, se convierte en la bebida tradicional en estas tierras. El “hato” (pan cortado en varias rodajas, cuyas porciones se rellenaban con tomates secos y sardinas de cubo.), para la recogida de la oliva, las tostadas escaldadas, el hojaldre relleno, la longaniza, y la pechuga de pavo escabechada son platos tradicionales y sencillos de la gastronomía popular de Ballobar que tienen como base los tomates secos.
