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Cinco Villas

Justicia Mayor de Aragón, 2050600. - Ejea de los Caballeros (Zaragoza)




Información de la Comarca de Cinco Villas

Esta comarca es como leer un libro de arte de principio a fin en el que el románico ocupa varios capítulos. En las construcciones de sus pueblos se pueden apreciar las diferentes etapas de la historia del arte. Su entorno también es generoso: se extiende pródigamente de norte a sur, desde los Pirineos y hasta el río Ebro, por lo que la variedad de paisajes está garantizada en esta extensa llanura tan sólo quebrada al norte por las sierras prepirenaicas. Situada en el noroeste de la provincia zaragozana, sus pueblos son abigarrados, con calles a cuyos lados no quedan resquicios, con edificios que se adhieren al contiguo de forma indeleble. La arquitectura tradicional de las Cinco Villas es característica. Tiene un toque señorial, con sus ventanas ajimezadas y la nobleza de sus muros de piedra, sin grandes alturas y con un sólido porte.

Esta comarca entra como una cuña en Navarra y en Huesca. Inicialmente, perteneció a Pamplona bajo el reinado de Sancho el Mayor y después pasó a ser parte del Reino de Aragón y su gran rey Sancho Ramírez impulsó su desarrollo y repoblación mediante la entrega de fueros a sus villas.

Las diferentes etapas de la historia del arte pasan por esta comarca, donde el arte románico alcanza su máximo esplendor.

Las Cinco Villas son Uncastillo, Sos del Rey Católico, Sádaba, Ejea de los Caballeros y Tauste, si bien la comarca aglutina en total 31 municipios y es una de las más pobladas de Aragón. Sos del Rey Católico fue la tradicional capital cincovillesa hasta que Ejea de los Caballeros se convirtió en la cabecera económica comarcal. 

Sos del Rey Católico, una villa fortificada en tierras fronterizas, debe su nombre a un personaje histórico: Fernando el Católico. El monarca nació en esta localidad, en el palacio de Sada. Los muros de Sos irradian ese pasado histórico. En el centro del casco urbano, se encuentra la plaza, irregular, a la que se accede tras sobrepasar unos arcos. Cerca, el Ayuntamiento, de fachada renacentista. La iglesia se sitúa a caballo entre el románico y el gótico y tiene una cripta con pinturas murales del medievo que aún conservan su fuerza colorista.

Uncastillo es un museo a pie de calle, con seis iglesias, un palacio y el castillo, todo ello amparando un caserío con mucho sabor. La portada de la iglesia de Santa María es en sí misma el arte románico y, al mismo tiempo, un prodigio de imaginación: juglares, contorsionistas, figuras grotescas, escenas bíblicas… San Martín de Tours es un templo también románico que acoge el Centro de Arte Religioso del Prepirineo, con una soberbia colección de arte sacro. El Ayuntamiento es un edificio del siglo XVI, un palacio renacentista con todos los elementos: tres plantas, gárgolas cresterías y pináculos.

En Sádaba también abundan los tesoros artísticos: desde el mausoleo de los Atilios, hasta la iglesia gótica con su Cristo Marinero. En sus calles abundan casonas que responden a los cánones de la arquitectura tradicional de esta comarca. Dos templos se yerguen próximos a Sádaba: Puylampa, una iglesia románica que servía de guía para los peregrinos en un ramal de la ruta jacobea y Cambrón, un monasterio cisterciense. Unas lagunas endorreicas se sitúan en el entorno de la villa.

Tauste es conocido en gran medida por el canal, una magna obra hidráulica del siglo XVI que se extiende por 45 kilómetros y que toma sus aguas del Ebro en Navarra. Tauste es la más meridional de las cinco villas, por lo que desde su emplazamiento se pueden contemplar el paisaje estepario que se aproxima al Ebro. Es una villa que registra una gran actividad económica, tanto en industria como en el sector primario. Su silueta es característica por la torre mudéjar de planta octogonal. La
capital de la comarca, Ejea, es una ciudad dinámica, marcada por el crecimiento demográfico. Desde su emplazamiento, se observa la confluencia de los ríos Arba de Biel y Arba de Luesia.

Su origen se remonta a la Prehistoria y fue núcleo musulmán con el nombre de Siya, aunque su nacimiento como ciudad tuvo lugar en el siglo XII. Al llegar a Ejea, el primer monumento con el que se topa el visitante es la iglesia de San Salvador, con un bello retablo gótico en su interior.

EL ROMÁNICO

El siglo XII fue su época de máximo esplendor de las Cinco Villas y el tiempo en el que se construyeron numerosos templos románicos. La mayoría de sus numerosos pueblos conserva algún resto románico de mayor o menor entidad. Incluso es normal que en una misma población se conserven varias iglesias románicas. En toda la comarca queda la huella del taller del Maestro de Agüero o Maestro de San Juan de la Peña, muy reconocible por las portadas de las iglesias y sobre todo por su escultura monumental. Las figuras tienen inconfundibles ojos abultados y de marcado párpado. Otro importante taller que trabajó en las Cinco Villas fue el del Maestro Esteban.



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