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Sobrarbe

Avenida Ordesa, 7922340. - Boltaña (Huesca)




Información de la Comarca de Sobrarbe

El viejo reino del Sobrarbe se sitúa en pleno corazón del Pirineo aragonés, un territorio con cumbres que superan los 3.000 m, tres espacios naturales en su más de 2.000 km2. Su paisaje tiene una gran riqueza geológica y en él es posible encontrar ríos impolutos y un cauce virgen como el Ara. Las grandes cimas rocosas, Monte Perdido, Cilindro, Soum de Ramond, la Suca, se dejan ver en su horizonte.

Un recorrido por la comarca es como un recorrido por distintos episodios de la historia aragonesa, con lugares que desempeñaron un importante papel como el Monasterio de San Victorián, declarado Monumento Nacional y que además está considerado como el monasterio más antiguo de España, ya que comenzó a construirse en el siglo VI. La comarca tiene pueblos con nombres tan conocidos como Aínsa, Boltaña, Broto o Torla.

La capital de desarrollo económico comarcal, Aínsa, se sitúa en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, donde podemos encontrar un conjunto arquitectónico y urbanístico de gran valor, declarado Conjunto Histórico Artístico ya en 1965. Sus calles, su castillo, siglos XI al XVI, sus murallas, su iglesia de Santa María, siglo XII y sobre todo su Plaza Mayor son un resumen pétreo de la historia de la comarca. También destacan las fachadas de Casa Arna, Casa Bielsa, el Arco del Hospital o los restos de la iglesia de San Salvador.

"El carnaval de Bielsa es una de las tradiciones más arraigadas"

La vecina Boltaña, capital administrativa de la comarca también tiene un atractivo casco antiguo, estructurado en torno a estrechas y pendientes calles sobre un cerro cuya parte superior está ocupada por el castillo del siglo XI que, desde su posición dominante vigilaba los caminos de tránsito entre la montaña, fundamentalmente de los que descienden de los Valles de Vio y de la Solana hacia los Valles del Ara y del Cinca. También conserva importantes ejemplos de construcciones de los siglos XVI al XVIII. Probablemente, la más antigua es casa D. Jorge, que conserva prácticamente intacta su estructura del siglo XVI, en la calle Ramón y Cajal.

PARQUE NATURAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO

Con una superficie de 15.000 hectáreas, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se distribuye por los valles de Ordesa, Pineta, Escuaín y Añisclo y está distinguido como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Se trata del principal foco turístico aragonés. Monte Perdido, el macizo más alto de Europa, domina todo este espacio que es el segundo parque nacional declarado en España. Los otros dos, Sierra y Cañones de Guara y Posets-Maladeta comparten su territorio con otras comarcas limítrofes, como el Somontano o la Ribagorza.

El Sobrarbe, además de su gran riqueza natural, tiene un rico y variado patrimonio, presente en la arquitectura tradicional y también en los edificios religiosos, en los que está muy presente el románico.

Más de doscientas ermitas catalogadas, infinidad de casas infanzonas y torres defensivas, restos de castillos y fortalezas, bordas, molinos, esconjuraderos, batanes… La lista es interminable.


TRADICIONES

Cada dos años, sólo los impares, se celebra en Aínsa coincidiendo con el primer domingo del mes de septiembre una jornada festiva conocida como La Morisma, que consiste en una representación teatral de carácter medieval en la plaza Mayor del casco antiguo en la que participan los habitantes de la localidad (hasta 250 personas intervienen). Ellos son los encargados de dar vida a personajes como los reyes moros, los reyes cristianos, el diablo, el pecado, el ángel, el pastor o el rapatán y los soldados de ambos bandos.

Así se representa la legendaria victoria del rey García Ximénez a los musulmanes del siglo VIII, gracias a la aparición de la cruz sobre una carrasca. Esta representación data de 1678, aunque se dejó de celebrar entre 1921 y 1970.

En forma de jornada festiva, se ha recuperado en Laspuña un oficio muy arriesgado y de gran raigambre en esta localidad y en su vecina Puyarruego durante los últimos años del siglo XIX y mediados del XX: el de los navateros. Los navateros conducían los troncos de madera transformados en navatas desde su origen en la montaña, hasta la tierra llana, para su posterior venta. El transporte se realizaba navegando sobre ellas en el río con todos los peligros que ello conllevaba. Todos los años se reúnen viejos navateros y jóvenes de la Asociación de Navateros que construyen nuevas navatas y descienden sobre ellas por el río Cinca desde Laspuña hasta Aínsa. Esta jornada se celebra el penúltimo domingo de mayo y cada vez atrae a más curiosos y seguidores.



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