El Serrablo es una antigua comarca que abarca las tierras organizadas en torno a Sabiñánigo, importante
núcleo industrial y capital del Serrablo. El término municipal de Sabiñánigo se extiende
por todo el valle del río Aurín, por el valle medio del río Gállego, por la parte baja del
valle de Basa y por el valle del Guarga. Es una zona de gran belleza natural, caracterizada por el tipismo de los
mencionados valles, donde el paso de la historia se ha plasmado en monumentos de gran interés artístico
que se funden armoniosamente con el paisaje. En efecto, repartidas por el Serrablo hay un bello conjunto de iglesias
románicas y mozárabes, que no solamente han llamado la atención de los expertos, sino que merced
a una intensa campaña de divulgación han hecho de estas iglesias uno de los conjuntos de arquitectura
medieval más conocidos y visitados del Alto Aragón.
La ruta se inicia en Sabiñánigo, cuyo origen se remonta a época romana -villa de Sabiniano,
en Latas-. Aquí hay que visitar el Museo ángel Orensanz y Artes de Serrablo, en el barrio El Puente
de Sabiñánigo, considerado de los mejores de España en su género. Está instalado
en una casona del siglo XIX y su entorno ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico. En este Museo,
de pura compartimentación tradicional, cobran vida los variados útiles que rodearon al hombre
altoaragonés en los rutinarios quehaceres de cada día. En contraste, concepciones escultóricas
vanguardistas de Orensanz. Antes de emprender camino es recomendable llegarse a Larrés, pueblecito cercano,
para visitar el Museo Nacional de Dibujo, primero y único en España, instalado en un castillo del siglo XV
restaurado por la asociación Amigos de Serrablo. La carretera se toma en Sabiñánigo, en el barrio
del Puente de Sardas. Deja el pueblo de Sardas a la derecha y poco después Latas (restos de importante villa romana)
, a la izquierda. Tras coronar un pequeño collado se llega a Satué, luego a Javierre del Obispo y
después a Lárrede, cuya iglesia merece una detenida visita pues constituye el más acabado ejemplo
de la arquitectura medieval del valle medio del Gállego. Por este motivo se emplea su nombre para designar al
conjunto de iglesias de la comarca, que algunos engloban en el círculo larredense. La iglesia de San Pedro es
la joya más brillante del grupo serrablés, iglesias con caracteres únicos, declarado Conjunto
Histórico Artístico Iglesias Mozárabes de Serrablo, cuya cronología lleva a los siglos
X-XI. Según autores hay diferencias conceptuales y cronológicas. De todas maneras, elementos comunes
no generalizados en todas ellas, son: utilización del arco de herradura, enmarque de vanos en alfiz, friso
de baquetones y arcos ciegos sobre lesenas al exterior del ábside; uso de torre minarete de influjo islámico.
Es manifiesta una evolución desde el ábside rectangular -las más antiguas- al semicircular.
San Pedro de Lárrede goza de todos los ingredientes enumerados y es de visita imprescindible.
A 26 km. de Sabiñánigo y cerca de Lárrede, siempre en la orilla derecha -Oeste- del río
Gállego, nos encontramos con una serie de otras iglesias románicas y poblaciones de lo más interesante.
Oliván, área acondicionada del Soto de Oliván, lugar de esparcimiento y aula de la Naturaleza, con
especies vegetales señalizadas. Posee iglesia del siglo XI, Monumento Histórico Artístico Iglesias
Mozárabes del Serrablo. A 1 km, Orós Bajo, iglesia del siglo XI, una de las más sofisticadas del
grupo serrablés, igualmente Monumento Histórico Artístico.
A 2 km, Susín accesible por pista del Sobrepuerto -recibe este nombre el elevado interfluvio de los ríos
Gállego y Ara en su curso medio- o pequeño paseo a pie. Su iglesia conserva bellísima cabecera
de estilo serrablés y algunos bajorrelieves de tradición hispanovisigoda. Contenía pinturas murales
del siglo XII, trasladadas al Museo Diocesano de Jaca. Es Monumento Histórico Artístico Iglesias
Mozárabes del Serrablo al igual que San Juan de Busa, encantadora ermita, solitaria junto al camino de
Lárrede, también alzada en el siglo XI. Es el ejemplar más intacto de todo el Serrablo.
Mención especial merece la población de Yebra de Basa. Posee iglesia parroquial de estilo gótico
aragonés, siglo XVI, con algunas tablas renacentistas muy interesantes y relicario de Santa Orosia -busto de plata
repujada del siglo XV-. Importante romería -25 de junio-, animada por danzantes de Yebra, que por atavío e
instrumental (chicotén y salterio) son los más representativos de la provincia de Huesca. Desde aquí
parte un espectacular sendero por la ruta de los santuarios rupestres, rumbo a la ermita de Santa Orosia. Vale la pena
reiterarlo. De entre todas las romerías pirenaicas, ninguna puede compararse en color e importancia a esta de Santa
Orosia. Se celebra, como ya ha quedado dicho, el 25 de junio y en esa fecha todos los lugares de la comarca acuden a honrar
a la Santa al monte de Yebra donde fue martirizada.