Tarazona y el Moncayo

Esta comarca fronteriza entre las comunidades de Castilla León, Navarra y Soria y que se asoma osadamente a la esquina occidental de la provincia de Zaragoza vive al abrigo de una cumbre misteriosa, el Moncayo. Su silueta se impone sobre la llanura del Ebro y es visible aunque medie una larga distancia, hasta tal punto que si el día es claro se deja ver incluso desde la cordillera pirenaica. Sus pueblos se extienden desde las cumbres de la sierra, hasta la Depresión del Ebro y sus nombres evocan leyendas, naturaleza pura y un sinfín de sensaciones que permanecen en el aire tanto tiempo como los jirones de niebla que envuelven la cima. El río Queiles recorre estas tierras de paisaje lleno de matices.

Por un lado, en las estribaciones del Moncayo se esconden pequeños núcleos rurales que viven de la agricultura, la ganadería y, cada vez más, el turismo. Por otro lado, Tarazona y los municipios más al norte son más grandes y se dedican preferentemente a la actividad industrial. La explotación de la tierra es para ellos un complemento económico. Entre sus dieciséis municipios sobresale la capital, Tarazona, una ciudad de belleza arquitectónica en la que destaca el patrimonio mudéjar y con un legado histórico que impregna sus calles y sus edificios. En esta comarca de pequeñas dimensiones aparecen pueblos con mucho sabor.

La silueta y personalidad del Moncayo definen esta comarca.

Cerca de la capital comarcal, se encuentra Santa Cruz de Moncayo, en la parte más baja del Somontano. A pocos kilómetros, Grisel, en cuyo término se encuentra el Pozo de los Aines, una sima producida por el hundimiento de tierra a causa de la circulación subterránea del agua. Litago, con el yacimiento prehistórico del Barranco de la Jasa, y Lituénigo, con un palacio fortaleza modificado y transformado en viviendas, son la antesala de un pueblo legendario, Trasmoz. El adjetivo aquí no es gratuito, ya que esta villa inspiró varias de sus conocidas leyendas a Bécquer y algún dibujo a su hermano Valeriano, con su castillo, uno de los mejores conservados en esta zona. En él se mantiene una exposición permanente sobre Brujería y Superstición popular. Vinculadas al Monasterio de Veruela, que ejerció una gran influencia en su tiempo, aparecen localidades como Vera del Moncayo y Alcalá del Moncayo. El trazado medieval se acentúa en Añón, sobre todo por la fortaleza que se sitúa próxima a la iglesia. En esta localidad se encuentra también el Centro de Interpretación del Moncayo. Al otro lado de Tarazona, siguiendo el camino que marca el Queiles pero en dirección a Soria, aparecen pueblos como Torrellas, de ecos musulmanes. De hecho aquí se encuentra el Centro de Interpretación de “La huella del Islam” y se conserva una mezquita. Después, Los Fayos, con el palacio de los señores de Villahermosa y al abrigo de unas altas peñas horadadas de forma natural hasta formar diversas cuevas, entre ellas la conocida como Cueva de Caco. Hacia el norte, hacia Navarra, quedan Vierlas, Novillas y Malón. Este último muestra un Museo del Agua en el que hace referencia a la relación entre el Queiles y el pueblo. Desde aquí, la panorámica del río es espectacular. Próxima aparece Novallas, con su caserío de adobe y ladrillo. También al norte de la comarca, pero cerca de Borja, se encuentra El Buste, con un término municipal en el que se encuentran espacios idóneos para contemplar la comarca, como el Balcón del Buste y la ermita de San Roque.

EL MONASTERIO DE VERUELA

El Monasterio Cisterciense de Veruela es otro de los puntos de la comarca que concentran gran número de visitas. Se trata de la primera fundación de la Orden Cisterciense en Aragón, siglo XII. Se halla en un pequeño valle formado por el río Huecha, cuyo nacimiento se encuentra muy cerca del monasterio, protegido por la atenta mirada del Moncayo. Dentro del Monasterio se encuentra el Museo del Vino de la D.O. de Origen del Campo de Borja y el Espacio Bécquer, dedicado a ambos hermanos que aquí vivieron entre 1863 y 1864. La muestra recoge reproducciones de los textos, dibujos originales y ediciones de libros del escritor.

EL PARQUE NATURAL DEL MONCAYO

El Parque Natural del Moncayo, entorno natural presidido por esta cumbre que representa la mayor altitud de la Cordillera Ibérica (2.316 m) es un paraje de exuberante belleza que le hace ser considerado único en Europa por su biodiversidad. En Agramonte se encuentra el Centro de Visitantes que ofrece información sobre el Parque Natural, su fauna y su flora. Un buen punto de inicio de una excursión al Moncayo y su Parque Natural puede ser San Martín. Un sendero de Pequeño Recorrido lo enlaza con Litúenigo.