Edificación civil del s. XVIII de planta cuadrado y con tres alturas en sillar escuadrado. Fachada principal compuesta de tres partes un frontón y dos pequeños torreones laterales.
En el interior llama la atención la gran escalera central, que crea una distribución funcional y diáfana, Cúpula octogonal de ladrillo que se convierte exteriormente en un gran cimborrio.
Se pretende convertirlo en Centro de Interpretación de la Historia Local y Sala de Exposiciones.
En 1772 los condes de Aranda venden el Palacio y el título de vizconde de Biota a Matías Landábaru.
En 1995 el Palacio es vendido, por precio simbólico, al Ayuntamiento de Biota.