En esta ruta combinaremos el interés paisajístico de los grandes farallones de arcilla compacta, con la flora y fauna propias de la laguna de El Basal, zona de descanso para diversas aves en migración y hábitat natural para otras. Comenzaremos en el pueblo de Ballobar, junto al barranco de Valsalada desde allí tomaremos una pista que sube hasta el cementerio, cruzamos el barranco de la Tejería, dejamos un cruce a nuestra derecha e inmediatamente otro a la izquierda llegando al desvío que conduce a la ermita de San Juan Bautista. Desde lo alto de las ripas, sobre el casco urbano, hay una espectacular vista de Ballobar y la Ripa del Pilar. Volvemos al desvío y continuamos de frente, por una pista llana para girar en el primer cruce a la izquierda. Pasamos de largo por varias bifurcaciones y avanzamos en linea recta hasta enlazar con el camino del Sabinal, inundado en épocas lluviosas. Tras pasar bajo la línea de alta tensión, continuamos hasta un nuevo cruce, donde se encuentra la balsa del Tetín. En la bifurcación, giramos a la izquierda, en dirección sur, por el camino de los Frailes. Esta zona también se inunda fácilmente, lo que nos indica la llegada a El Basal, que es una depresión excavada en las calizas y margas Terciarias, cubierta de una ligera lámina de agua poco salina. Este humedal constituye un tradicional lugar de reposo para las aves acuáticas migratorias, además de ser un lugar idóneo para distintas plantas y cultivos. Continuando por el camino de los Frailes, llegamos a uno de los muchos mases que rodean la zona, el del Estanquero. Avanzamos unos metros hacia el sur, pasamos una báscula y uno poco después, salimos a la carretera A-2214. Desde este cruce, regresamos a Ballobar, a través de, cultivos, zonas esteparias, ripas y fauna que habita El Basal.
