En el Alto Aragón, en medio de un paisaje natural, sobre el embalse El Grado, resguardado por los Pirineos asoma Torreciudad.
El santuario se edificó entre 1970 y 1975 gracias al empeño de San José María Escrivá de Balaguer y de la ayuda de miles de personas. El fundador del Opus Dei quería relanzar una antiquísima devoción local. Hoy es un centro de peregrinación internacional al que acuden medio millón de fieles al año.
Se encuentra integrado en el paisaje, el santuario es un imponente edificio de ladrillo fiel al estilo tradicional aragonés obra del arquitecto Heliodoro Dols. Su torre es su seña de identidad, nos encontramos en Torreciudad. Dentro hay que fijarse en la imagen románica de Nuestra Señora de los ángeles que estaba ya en esa primera ermita del siglo XI.
Lo moderno y lo clásico se funden dando como resultado un lugar acogedor para todas las edades. Justo en septiembre durante las Jornadas Marianas dedicadas a las familias, se llegan a congregar en un día más de cuarenta mil personas.