En el siglo XVIII, la villa tomó partido por Felipe V, quien tras la Guerra de Sucesión le concedió el título de “Fidelísima”, que unió a los anteriores de “Muy Noble” y “Muy Leal”. En 1971, por consejo de ministros, “Muy Benéfica” por como se comportó el pueblo en la cólera que sufrió. Entre sus monumentos destacan los siguientes: la iglesia neoclásica de Santa María la Mayor, siglo XVIII, de ladrillo, con tres naves, esbeltos pilares, crucero con cúpula y fachada flanqueada por dos torres. El palacio de los condes de Aranda está unido al convento de La Concepción por un pasadizo de columnas y arcos. En ambas construcciones se aprecia la influencia del estilo cortesano madrileño del siglo XVII, combinando la mampostería con el ladrillo. El convento fue fundado por los condes de Aranda en 1623, y en él se encuentran sus sepulcros. Los muros están decorados con interesantes pinturas murales.Varias casas blasonadas.
