La Ginebrosa es una localidad del Bajo Aragón, situada cerca del río Bergantes, que debe su nombre su nombre a la gran cantidad de enebros "ginebre" que crecen de forma espontánea por los montes y sierras que circundan el municipio.
Además de su gran riqueza forestal cuenta con importante cultivos de olivos y viñedos, y árboles frutales como las cerezas. Su origen se remonta a tiempos de la reconquista, durante el 1169, a cargo de Alfonso II el Casto. Pasará posteriormente a manos de la Orden de los Calatrava, y luego a la jurisdicción de los señores de Alagón. Sin embargo no consiguió su plena dependencia hasta 1812, fecha en la que tuvieron lugar las Cortes de Cádiz. El pueblo tiene un evocador urbanismo mudéjar, presidido por la iglesia gótica de San Bartolomé. Los arcos y pasadizos de sus calles y los balcones cuajados de flores, son imágenes para no olvidar. Destacan igualmente las puertas que dan acceso al interior de la población, y las ermitas dedicadas a Santa Magdalena y santa Bárbara, y, por último, los restos del desaparecido pueblo y castillo de Buñol.
Como monumentos destacan:
Iglesia Parroquial dedicada a San Bartolomé, es del siglo XVII, pero su estructura gótica se remonta a los siglos XIV o XV.
Ermita de Santa María Magdalena, situada en la ribera del río Bergantes, edificada en 1.842, se trata de una pequeña ermita con una imagen de Santa María Magdalena, patrona de La Ginebrosa.
Conjunto de calles, en la calle Mayor se encuentra un portal del siglo XV-XVI y se abre un arco de piedra de medio punto a través del cual se accedía a la judería, de la misma época se levanta el Portal de la calle San Cristóbal, del siglo XVI es asimismo la antigua escuela, obra gótica de piedra y tapial.
El pueblo conserva la estructura de antiguo recinto cerrado y numerosos vestigios de los muros que los ceñían , se accedía por cuatro portales, La Casa Consistorial fue residencia de los Templarios y allí se realizaba el pago de impuestos.
