Municipio perteneciente a la Comarca Alto Gállego, con una superficie de 192 km2 y situado en el cuadrante noroeste de la provincia de Huesca.
El territorio en el que se enclava corresponde a una extensa y variopinta área montañosa, unida por el hilo conductor del río Gállego. Concretamente el tramo que comprenden las sierras de San Salvador y Javierre, de Sur a Norte.
Se trata de un terreno variado en sus paisajes y en su clima propio de un tramo completo de la cuenca fluvial y que se extiende de altitudes como la de Presín, 1.430 m., hasta el valle, con los 90 m. de Anzánigo. Caldearenas es cabecera del municipio y sus núcleos son Anzánigo, Aquilué, Estallo, Javierrelatre, Latre, San Vicente y Serué. En 1646, este barrio de Aquilué se denominaba Candearenas. Era un simple caserío. En 1960-1970 pasó a dar nombre al nuevo municipio formado por la fusión de Aquilué y Javierrelatre.
Al construirse el ferrocarril y habilitarse una estación en Caldearenas, se erigió en centro de su entorno.
El pueblo de Caldearenas nació en los años 30 a consecuencia de la llegada del ferrocarril y la creación de una estación de la línea Zaragoza - Canfranc en este enclave. Los años 40 y 50 fueron los de más esplendor de la localidad debido al gran aumento demográfico que sufrió gracias a la llegada masiva de trabajadores para llevar a cabo la construcción del canal de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, proyectado para la generación de energía hidráulica. En las décadas posteriores, hasta llegar a nuestros días, Caldearenas y su entorno han visto como la población ha ido desapareciendo paulatinamente debido a la emigración a la ciudad y a la bajísima tasa de natalidad.
DE INTERÉS TURÍSTICO:
En Anzánigo, muy próxima la ermita románica de la Virgen de Izarbe, junto al despoblado de su nombre. Bajo la central hidroeléctrica, podrás encontrar un colosal puente que brinda acceso al pueblo.
Además, el Valle transversal de Aquilué, con iglesia románica de San Vicente, del siglo XII.
Y, en Javierrelatre, descubrirás la iglesia parroquial de estilo románico, siglo XII.
Si buscas sumergirte en una parada completamente cultural, Caldearenas cuenta con el Museo Artesano y Centro de Interpretación de los Pastores.
GASTRONOMÍA:
La gastronomía de un territorio viene marcada por las condiciones ambientales (clima y relieve). Así, la gastronomía del alto Pirineo aragonés está muy determinada por la cultura pastoril y ganadera, base sobre la que se sostiene su economía, y por un clima duro de inviernos muy largos que propicia platos de conserva y de elaborados de gran contenido calórico.
La cocina es en general austera y contundente. Típicos alimentos invernales serán las legumbres, escarolas, sopas variadas (de pan, de ajo…). También la caza tiene su sitio desde el comienzo del otoño hasta la primavera: Son frecuentes los guisos o embutidos de ciervo, jabalí o codorniz.
El verano gastronómico del Pirineo aragonés viene marcado por la presencia de los ganados en los puertos de montaña, donde el pasto y el ambiente se mantienen frescos. Las migas de pastor (que aprovechan el pan duro y el sebo de oveja) o el cordero a la pastora (con patata) son platos modestos vinculados a las dificultades de aprovisionamiento. La carne de cordero, poco consumida en la sociedad tradicional al considerarse un producto de lujo que quedaba limitado a las fiestas y celebraciones, es hoy la principal seña de identidad de la gastronomía aragonesa. Las comarcas pirenaicas son las mayores productoras del denominado “Ternasco de Aragón”, exquisito bocado reconocido internacionalmente, con unas condiciones muy exigentes en cuanto a peso, alimento y transporte. No sólo del cerdo se aprovechan “hasta los andares”. Las tripas del cordero servirán para la elaboración de las chiretas, muy populares en toda la montaña aragonesa. En cuanto al pescado, su participación en la dieta altoaragonesa es escasa. Del río llegan las truchas, que ahora se preparan rellenas con jamón. Pero del mar sólo bacalao podía aguantar el largo viaje desde la costa. El ajoarriero es quizá la receta más destacada.
Otros platos tradicionales en el Alto Gállego son las Chuletas de cerdo de Sandiniés, Palpitón de lomo a la sallentina, Patas de cerdo de Tramacastilla o el Potaje de Oliván. También los crespillos (dulce con borraja) para Pascua y el vino Melau (quemado con frutas) para Navidad.
En la restauración actual se busca maridar los productos y recetas tradicionales con las nuevas técnicas de cocina. Así, hoy es frecuente el uso de la trufa negra o blanca, las setas.
FIESTAS:
- 26 de julio, Santa Ana, en Anzánigo
- 3 de noviembre, Santos Mártires en Anquilué
- 11 de noviembre, San Martín en Estallo
- 4 de diciembre, Santa Bárbara en Latre
- Tercer domingo de agosto, San Antón en Javierrelatre
- 24 de agosto, San Bartolomé en San Vicente
- 25 de junio, Santa Orosia en Serué
- 13 de junio, San Antonio de Padua en Caldearenas