Alquézar  (Comarca de Somontano De Barbastro)

Enclavada en el Somontano oscense, puerta de entrada al antiguo reino del Sobrarbe, se encuentra la villa de Alquézar, circundada por un paisaje de piedras calizas sometidas a metamorfosis continuas por las corrientes del río Vero. Su historia se remonta al dominio árabe, como indica su topónimo Al-Qasr (el castillo), levantado a principios del siglo IX. Fue reconquistado por el rey Sancho Ramírez, fundando posteriormente sobre el antiguo reducto musulmán la abadía de Santa María.

En época cristiana, en torno al 1100 se procedió a poblar la falda del castillo con un núcleo designado como borgo de Alquézar. El urbanismo de base medieval indiscutible, tras diversas restauraciones aún conserva en sus casas cierto sabor gótico, así como en sus tortuosas calles que conducen a la Colegiata de Santa María, Monumento Histórico Artístico. El acceso a esta Colegiata se realiza a través de su recinto defensivo de trazado en zig-zag para su fácil defensa. Sus primeros vestigios monumentales datan de la segunda mitad del siglo XI, conservándose entre otras cosas las ruinas de un torreón, algunos restos de muralla y de la iglesia románica. En su interior, destaca el claustro de Santa María, de planta irregular, cuyos capiteles se hallan bellamente historiados. Posteriormente los muros de este claustro fueron decorados con frescos. Desde el claustro se accede al Museo de Arte Sacro, con piezas que van del siglo XII -báculo de marfil-, al XV, -varios retablos góticos-, como contenido más atractivo.

 La nueva iglesia de la Asunción, que sustituye a la románica, data del primer tercio del siglo XVI, de una sola nave cubierta con bóveda estrellada. En una de sus capillas laterales se sitúa el impresionante Cristo Crucificado, talla del siglo XIII. En la zona alta del claustro se encuentra un pequeño museo con valiosas piezas de orfebrería y retablos de pintura gótica.

Alquézar es punto de partida de interesantes excursiones por la Sierra de Guara, cuyas montañas ofrecen un maravilloso conjunto de profundísimos cañones excavados por los ríos Flumén y Vero, que no tienen parangón en ningún otro lugar de Europa. En sus alrededores se han localizado recientemente numerosos covachos con pinturas rupestres que van desde el Paleolítico a la Edad del Bronce.

Recomendable la visita al puente de Villacantal, seguramente medieval, cruz en la clave del gran arco sito al oeste. Parque Cultural del río Vero, donde se hallan interesantes pinturas rupestres. En Radiquero, ermita de San Fabián. En San Pelegrín, dentro del parque, pueblo de piedra. Museo Etnológico “Casa Fabián”.

Fiestas: 12, 13 y 14 de agosto, San Hipólito. 20 de agosto, San Roque, y 8 de noviembre, San Nicostrato.