Por su número de habitantes, más de 660.000, Zaragoza es la quinta ciudad española. Tiene un clima mediterráneo continentalizado, tendiendo a la aridez. La capital aragonesa ocupa las terrazas aluviales del gran río peninsular y parte de los valles inferiores de los afluentes del Gállego y del Huerva.
La capital aragonesa fue Caesaragusta en la época de los romanos, creada hacia el 14 a.C. sobre el núcleo ibérico de Salduie, cuyos vestigios, principalmente numismáticos, se encuentran en el Museo de Zaragoza. De la época romana, permanece la estructura octogonal del urbanismo romano en el Casco Viejo, tramos de la muralla, el teatro – uno de los mayores de Hispania – y elementos del foro, del puerto fluvial y de las termas, que se pueden visitar en la red de museos romanos ubicados en la localidad y a escasa distancia unos de otros.
La capital aragonesa, Zaragoza, reúne a más de la mitad de la población de Aragón
El legado musulmán también ha tenido una importancia vital para la ciudad. Su mayor exponente es el palacio de la Aljafería, que posteriormente sería palacio de los Reyes Católicos y en la actualidad sede de las Cortes aragonesas. Los estilos gótico y mudéjar dejaron su impronta en la catedral de San Salvador o La Seo, que alberga en su interior un impresionante Museo de Tapices. Las sucesivas etapas histórico artísticas fueron dejando su huella en Zaragoza: los palacios renacentistas, como la de La Lonja o el de La Infanta, el barroco, palpable en un buen número de iglesias y las tendencias del siglo XX: el historicismo, el racionalismo y el modernismo. Pero Zaragoza es conocida sobre todo por la Basílica del Pilar. Erigida sobre una primitiva iglesia mozárabe, El Pilar reúne diferentes estilos constructivos y ornamentales. El coro, con la bella sillería, el retablo de alabastro de Damián Forment, la Santa Capilla donde se venera la Virgen y las cúpulas pintadas por Goya son los puntos clave de este templo de grandes dimensiones situado en plena ruta mariana.
Dos escultores aragoneses de renombre cuentan con su correspondiente museo en la capital: Pablo Gargallo y Pablo Serrano. Las obras de Gargallo, artista nacido a finales del siglo XIX, se encuentran en el palacio de Argillo, de factura renacentista. El museo Pablo Serrano se encuentra próximo a la Puerta del Carmen, en una antigua instalación fabril. De este artista, nacido a principios del siglo XX, son las tres esculturas monumentales que se pueden contemplar en la plaza del Pilar: una es un gran relieve-retablo en la fachada de la Basílica que representa la Venida de la Virgen del Pilar. Las otras dos – San Valero, patrón de Zaragoza, y el Ángel de la Ciudad, ambas en bronce – flanquean la entrada al edificio del Ayuntamiento.
EL ENTORNO NATURAL: LOS GALACHOS
En Aragón se denomina galacho al meandro del río que queda abandonado y se convierte en una laguna. En Juslibol, un barrio de Zaragoza, se encuentra uno de estos galachos, formado después de que el río, tras una gran riada, modificara su curso, allá por el año 1961. Este espacio configura un ecosistema de gran valor a un paso de Zaragoza, que permite además un recorrido cómodo que permite contemplar un bello entorno paisajístico. Los senderos están señalizados y hay un centro de acogida para los visitantes. Aguas abajo, el galacho de la Alfranca supone un gran disfrute para los apasionados de la ornitología. Se formó un poco antes que el de Juslibol. La Cartuja y El Burgo también tienen sus respectivos galachos, más pequeños, formados al mismo tiempo que el de La Alfranca. Todos estos espacios gozan de protección para evitar su deterioro.
LOS PUEBLOS
En Zaragoza vierten sus aguas al Ebro el Gállego y el Huerva. Al último tramo de estos ríos, se vincula un conjunto de pueblos de la comarca. En la ribera del Gállego se sitúan Zuera, rodeada de pinares, y San Mateo de Gállego, Peñaflor y Villamayor, con sus respectivas torres mudéjares. En la del Huerva, Cadrete y María, con sus castillos en ruinas, y Botorrita, con un importante yacimiento arqueológico. La capital aragonesa está rodeada de la aridez esteparia que marca el paisaje también de localidades como Torrecilla de Valmadrid y Fuentes de Ebro. A su paso por la comarca, del Ebro beben pueblos como Alfajarín – con buenas panorámicas desde los restos de su castillo – Nuez y Villafranca, con interesantes edificios en sus caseríos, y Osera.
FIESTAS Y TRADICIONES
Las Fiestas del Pilar, el 12 de Octubre, son ya una cita clásica que cada año atrae a más visitantes. Uno de sus momentos clave es la Ofrenda de Flores a la Virgen, que llena la ciudad con el colorido de los trajes regionales y convierte la plaza del Pilar en el manto florido de la Virgen. Es, sin duda, el acto más multitudinario de las fiestas.
