La catedral está ubicada en el centro de Albarracín sobre las ruinas de un templo románico del S. XII. Es un templo cristiano de una sola nave con capillas a los lados, coro, claustro y otras dependencias.
A comienzos del S. XVIII el interior fue reformado con ingredientes barrocos, como las pilastras.
En su capilla mayor cabe mencionar su retablo renacentista, con figuras de santos y escenas de la vida de Jesús y María. También tiene un relieve central simbolizando la Transfiguración.
Del exterior despunta su torre renacentista, con cuatro de sección cuadrada, siendo el último de planta octogonal.