Emplazada en el Cerro de la Corona, esta antigua iglesia parroquial tiene el honor de ser declarada Patrimonio Mundial en 2001. Fue construida en el siglo XV y es de estilo mudéjar. Estaba dedicada en un principio a Santa María pero después se advocó a la Asunción de la Virgen. También es conocida como “El Piquete”.
El edificio fue construido en varias fases. La fase original mudéjar comprende desde el ábside hasta la torre. La fábrica mudéjar de la iglesia tiene una estrecha relación formal y estructural con la desaparecida de San Pedro Mártir de Calatayud, lo que unido a la expresa intervención de Benedicto XIII en su construcción, lleva a proponerse como muy probable autor de la de Quinto al maestro Mahoma Ramí, considerado el arquitecto de Benedicto XIII, el Papa Luna.
Terminando ya el siglo XVII (1686-1697) se llevó a cabo la ampliación de la nave central, añadiéndole dos tramos más a la obra primitiva mudéjar. Esta nueva obra es lo que va desde la torre o torres hacia atrás.
La última obra importante, consistió en la construcción de la Capilla de Santa Ana, totalmente fuera de la estructura antigua del edificio, por sus dimensiones y su forma. Es de estilo barroco tardío.
A raíz de la Guerra Civil española quedó muy dañada, en especial la torre. La iglesia en esa contienda fue punto de observación, defensa y refugio de la población civil y combate. Se decidió construir una nueva iglesia parroquial en la parte baja del pueblo debido a la cuantía de los daños.
En 1996 se restaura exteriormente por los arquitectos Carlos García Toledo y Javier Peña Gonzalvo, recuperando así su gran belleza y esplendor.
En 2011, y debido a unos trabajos de renovación del pavimento se encuentran las momias de Quinto. Son cuerpos momificados del S. XVIII.
