Carretera de Alcañiz, 7244530. - Híjar (Teruel)
978820126
A un paso de la provincia de Zaragoza, el río Martín ha alcanzado plena madurez y va abandonando su esforzado recorrido por los desfiladeros de las sierras para alcanzar estos territorios de estepa y cereal que ya forman parte de la Depresión del Ebro. Un poco mayor que Andorra-Sierra de Arcos, su comarca vecina, el Bajo Martín tiene sin embargo el mismo número de municipios, nueve en total. La sede administrativa de la comarca se encuentra en una villa hermosa, Híjar, cuyo nombre nos vuelve a evocar el sonido de los tambores en Semana Santa.
La Sierra de Arcos es el último obstáculo que el río Martín encuentra antes de explayarse por las ondulaciones de esta comarca turolense que linda ya con otra provincia. Entre el pueblo de Andorra-Sierra de Arcos de Ariño y el del Bajo Martín Albalate del Arzobispo, el río vence su último obstáculo, un valle estrecho en el que el cauce se encajona con un resultado espectacular. A esta garganta se la conoce como Los Estrechos y se puede recorrer a pie desde las proximidades del santuario de la Virgen de Arcos. Sus tonos ocres hacen que el santuario se funda con el entorno y parezca emerger de la propia roca sobre la que se alza. Su iglesia se construyó en el siglo XVII según los cánones barrocos, con abundante decoración en sus bóvedas. El arte rupestre está ligado al río Martín y configura un Parque Cultural. Siempre en la vertiente izquierda, aparecen los abrigos a diferentes alturas. Las primeras son las del Recodo de Chaparros. Después, hay que adentrarse en la zona de Los Estrechos para contemplar las pinturas esquemáticas. Cerca queda una central eléctrica, al final de un canal construido con esfuerzo en una orografía que para nada lo propicia.
En la zona sur de la comarca se encuentra Albalate. Para hacer justicia a la bella estampa de este pueblo, hay que observarlo desde el otro lado del río. De ese modo, obtenemos la imagen del caserío dispuesto en sucesivas alturas. Los edificios, de arquitectura tradicional, se aprietan unos junto a otros, como si de ese modo las estrechas fachadas intentaran comprimirse y estirarse al máximo hasta tocar el castillo-palacio arzobispal que remata el caserío. Esta construcción gótica tiene elegantes ventanales que dividen los parteluces. Abajo, asoma esbelta entre los tejados la torre mudéjar de la iglesia parroquial.
Entre Albalate e Híjar se encuentra Urrea de Gaén, un municipio que tuvo destacada importancia con la ocupación árabe, pero que tras la expulsión de los moriscos tuvo que afrontar su decadencia. Ascendiendo por la comarca hasta alcanzar la zona central, nos encontramos con Híjar, pueblo por el que han pasado las distintas culturas y civilizaciones. Del castillo sólo restan ruinas que aún se aprecian en lo alto y que coronan junto a la iglesia el caserío, conjunto de edificios que se distribuyen en calles largas y estrechas.
Próximo a Híjar se encuentra otro municipio de nombre hermano, La Puebla de Híjar. Este pueblo tiene en su parte antigua una iglesia de grandes dimensiones. Otro punto con sabor es la plaza del Charif, de origen árabe, con El Chorro (antiguo abrevadero) y el lavadero. La actividad económica de esta localidad se centra en el cultivo de almendros y frutales. En Samper de Calanda es sorprendente por sus volúmenes la iglesia de la localidad, de estilo barroco. Jatiel y Castelnou son dos municipios pequeños que se encuentran a escasa distancia. El primero tiene una cripta gótico mudéjar del siglo XV y el segundo, en la vertiente opuesta del Martín, llama la atención por sus tonos claros y por los restos prehistóricos que hay en su entorno. Camino del noreste de la comarca queda Azaila, municipio al que ha hecho muy conocido el prerromano Cabezo de Alcalá, uno de los yacimientos arqueológicos de Aragón más destacados y donde aparecen restos de hasta tres ciudades superpuestas. Y en el extremo de la comarca, ya en la vega del río Aguasvivas y sobre una altiplanicie arcillosa, se encuentra Vinaceite, que produce aceite, vino y cereal.
TRADICIONES
Es Jueves Santo, llegan las 12 de la noche y la plaza de Híjar está a rebosar. Los tambores rompen el silencio, rompen la hora de forma atronadora. Es el comienzo de la Semana Santa en la provincia de Teruel.