Nuestro azafrán se cultiva en suelos arcillo-calcáreos, a una altitud media de 700 metros en la zona sur de los Pirineos.
Seguimos la cultura de lo hecho a mano por completo, cultivando en áreas pequeñas para limitar la labranza mecanizada. Tanto la siembra, la recogida de las flores, como la poda se realiza de forma totalmente manual.
No utilizamos fertilizantes ni pesticidas, por eso nuestro azafrán es 100 % natural. Sin embargo, si es necesario, antes de plantar se hace un abono usando fertilizantes ecológicos, como la mostaza o phacelia.
Después se esparcen abonos verdes que quedan enterrados en el suelo con el arado. El secado de las hebras de azafrán o pistilos también se hace de forma natural junto al fuego de la chimenea.
Nuestro objetivo es la producción de azafrán de calidad, natural y con alto contenido sensorial, rivalizando con los mejores productores de España.
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