Soy el titular de una explotación apícola que me traspasó mi padre y al que se la traspasó mi abuelo, que fue el que puso las primeras colmenas allá por los años 50 del siglo pasado. Empezó el abuelo con 30, mi padre recibió 70 creciendo hasta las 350 y yo he dado el último empujón hasta las 550 colmenas actuales.
No sin esfuerzo hemos cerrado el círculo de la producción y la comercialización dentro del ámbito familiar, es decir, todo queda en casa. Esto es fundamental para que un negocio de este tipo prospere y te deje vivir sin ahogos, pero con muchísimo trabajo y dedicación.
La producción nos viene dada por estas 550 colmenas distribuidas por la sierra de Gratal y sus alrededores. Nuestro objetivo principal es la producción de miel, aunque también obtenemos polen, cera y propóleo. La gran diversidad de flora existente por estos parajes, confieren a la miel unas propiedades y características particulares para cada tipo, variando su aroma, sabor y color. Los tipos de mieles, dependen de la floración del momento, así la primera en salir es la de romero, que es la primera florada importante del año, luego siguen las de tomillo, mil flores (que aglutina principalmente escobizo, zarza, uña de gato y cardos) y por último, allá por finales de septiembre o primeros de octubre, la de bosque (melaza de la bellota de carrasca) y espliego.
El polen lo recogemos durante la segunda quincena de mayo y todo el mes de junio, cuando la variedad de flores es abundante, dando al mismo una policromía, sabor, características y aspecto extraordinarios.
La comercialización corre a cargo de mi madre, que regenta una pequeña tienda ubicada en la calle Agustín Viñuales Pardo,1 de Huesca (enfrente de los multicines). Aquí se encuentra también el centro de extracción y envasado de miel. Nuestro horario es de lunes a viernes de 16,30 a 20,30 horas y además martes y sábado de 10 a 13,30.
Por un lado tenemos lo que es cosecha propia: miel de diversas especies florales, miel en panal, polen, cera y propóleo al natural. Al ser cosecha propia es posible que alguno de estos productos se nos agote antes de llegar el de la nueva campaña ya que el trabajo de las abejas depende directamente de las condiciones meteorológicas y éstas no siempre vienen de cara o son favorables.
Y por otro unos complementos que poder ofertar, algo diferente que no se encuentra habitualmente en el mercado, pero todo vinculado al sector apícola. Entre otros productos disponemos de: jalea real fresca, tintura y spray de propóleo, caramelos y licores de miel, cosmética apícola, etc.
Los productos los presentamos en distintos formatos para poderlos ofrecer como regalo en determinados eventos, bautizos, comuniones, bodas, etc.
Nuestra pretensión es hacer llegar al consumidor directamente desde el productor, un producto natural, de aquí, sin manipulaciones, fuera de todo proceso industrial que merma considerablemente sus propiedades, sobre todo por la aplicación de calor, que mantienen las mieles constantemente líquidas. La tendencia natural de la miel es a solidificar, es su medio de conservación y es un fenómeno que se produce entre uno y seis meses desde su extracción, dependiendo del tipo de miel y de la temperatura (cuanto más baja más rápido es el proceso). En este estado la miel se conserva apta para el consumo durante varios años, aunque por ley, en el etiquetado sea preciso indicar un máximo de dos años como fecha de consumo preferente.
Si queremos devolverla a su estado líquido, lo podemos hacer sometiéndola al baño maría, con agua templada (no dejarla hervir). No ponerla nunca en el microondas. El mejor sistema es ponerla el tiempo necesario detrás de una ventana al sol ya que se le proporcionará la temperatura idónea para que no sufra pérdida de cualidades. Hay que tener en cuenta que esta merma es más acusada cuanto más tiempo y temperatura se le aplique a la miel y que empieza en los 40 grados.
Para más información y pedidos no dude en ponerse en contacto con nosotros. ¡Le atenderemos encantados!
